Fisiología y fisiopatología de la circulación coronaria

Fisiología y fisiopatología de la circulación coronaria



Dados los requerimientos de oxígeno del tejido cardíaco, particularmente subendocardio (el más alto del organismo, por tanto más vulnerable) y miocardio, la función cardíaca es altamente dependiente de la manutención y regulación del flujo coronario. La extracción de oxígeno máximo en reposo es del 75%.

La circulación coronaria es única, por lo que es denominada "end circulation", representando la única fuente de perfusión al miocardio. 

Teniendo en cuenta la fórmula de presión de perfusión coronaria (Presión en la arteria aorta - presión en el ventrículo izquierdo), que determina el flujo coronario, se hace evidente que la perfusión coronaria ocurre eminentemente en diástole, cuando esta diferencia de presiones es positiva. En díastole disminuye el flujo venoso, y aumenta el gradiente a favor de endocardio. En sístole la perfusión va de endocardio a epicardio. Una alteración en el flujo genera disfunción, llevando a hipotensión, lo cual provoca más isquemia, generando retroalimentación positiva a la disfunción.

Al aumentar el MVO2 (consumo), debe aumentar proporcionalmente el influjo coronario y DO2(suministro). Las coronarias pueden autorregularse, teniendo un flujo constante a intervalos de presión coronaria con MVO2 constante.

Para la modulación de tono coronario el endotelio utiliza: Óxido nítrico (factor relajante derivado de endotelio), factor de hiperpolarización dependiente de endotelio, prostaciclina, y endotelina.

Las arterias de conducción son las epicárdicas. Las arteriolas de resistencia o de microcirculación son las que generan un mayor aporte en la resistencia vascular. También influye la resistencia compresiva dada por la contracción en sístole. En una estenosis de más del 50%, cobra más importancia una arteria epicárdica que una de resistencia. El flujo disminuye exponencialmente ante una disminución del área transversal estenótica.



La reserva de flujo absoluta es:

Se mide con eco Doppler o termodilución. Cuantifica la capacidad de la reserva.

La reserva de flujo relativa es:

La reserva de flujo fraccionada es la presión coronaria distal en estado de vasodilatación máxima en relación a estenosis. No depende de alteraciones de flujo en reposo y es de uso común en práctica clínica.

Circulación coronaria colateral: En repetición de isquemias repetitivas, podría generarse arteriogenia. Cuando la estenosis es significativa (+70%), la presión coronaria cae, aumenta gradiente de presión en el endotelio, pudiendo generar colaterales dependientes de fuerza física, factores de crecimiento y activar la vía NO sintetasa.
Paralelamente pueden ocurrir anastomosis de arterias epicárdicas pre-existentes. También existe angiogenia.


En una interrupción brusca de perfusión regional tras oclusión coronaria trombótica ocurre: Cese del metabolismo aerobio, agotamiento de fosfato de creatina, aparición de glucólisis anaeróbia, acumulación de lactato, reducción de ATP, pérdida de función de membrana. Si no existe reperfusión o colaterales puede ocurrir muerte en 20 minutos. La necrosis comienza en subendocardio.


Acoplamiento perfusión-contracción: La disminución de perfusión conlleva a una disminución en la contractibilidad local, que se traduce en una reducción de la contracción global, por tanto hay  un aumento progresivo de la presión telediastólica del ventrículo izquierdo (PTDVI), baja de PA, presión coronaria distal cae por debajo del límite de autorregulación, causando una isquemia subendocárdica.

La hibernación es una consecuencia funcional de la isquemia, en la cual existe una disfunción crónica de la contracción, existen mecanismos celulares y regionales que reducen  la función contráctil y metabólica. Se debe proteger contra lesión irreversible.


El aturdimiento miocárdico, consecuencia funcional de isquemia homólogo a la isquemia por reperfusión, es una disfunción tras la reperfusión normal generando una disrelación. Se normaliza con inótropos incluyendo beta agonistas. Se normaliza en una semana espontáneamente. Posible mecanismo: lesión miocardica por radicales libres y reducción de sensibilidad de miofilamentos al calcio.
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