Introducción al sistema inmune: inmunidad innata y adaptativa.

Sistema inmunitario - Introducción
El neutrófilo o polimorfonuclear es una célula del sistema inmune innato. En la imagen se observa una de estas células fagocitando al microorganismo Bacillus anthracis.

Introducción
El sistema inmune es el sistema encargado de la protección del organismo ante enfermedad. La palabra inmunidad proviene del latín immunitas, que hace referencia a la protección que gozaban los senadores romanos ante procesos legales.
Cuando el sistema inmune funciona correctamente detecta una variedad de patógenos tales como virus, bacterias, fungi, y parásitos. Incluso tiene la capacidad de reconocer las células propias normales de aquellas alteradas, como es en el caso de células cancerígenas. Sin embargo, no todo aquello que desencadena una respuesta inmunológica es un agente patógeno, estas respuestas también pueden activarse ante estímulos inocuos como alérgenos, o células alogénicas. Además, el sistema inmune a través de respuestas inadecuadas a determinados estímulos puede suscitar enfermedad.
El sistema inmune se divide en dos grandes grupos: el sistema inmune innato, con el que nacemos; y el sistema inmune adaptativo, el que adquirimos.
Cabe destacar que ambos grupos tienen elementos humorales (mediados por macromoléculas), y celulares (mediados directamente por células).

Inmunidad innata
La inmunidad innata o nativa es la primera línea de defensa, es un sistema sensible, limitado, poco específico; y arcaico, encontrándose en células procariotas y eucariotas. Se compone de factores físicos, químicos y biológicos, tales como:
  1. Barreras físicas y químicas como los epitelios y las sustancias antimicrobianas que allí se secretan.
  2. Células fagocíticas entre las que tenemos: neutrófilos, macrófagos, células dendríticas, y linfociticos citolíticos naturales o natural killer cells.
  3. Sistema del complemento, que al activarse provoca lisis celular.
  4. Otras proteínas como los péptidos antimicrobianos. Estos son péptidos con acción antimicrobiana.
La inmunidad innata biológica detecta patrones moleculares comunes entre agentes patógenos, por lo que es sensible.

Esquema de un anticuerpo y sus regiones básicas.

Inmunidad adaptativa
Muchos patógenos pueden evitar o superar la inmunidad innata, es aquí donde juega un papel importante la inmunidad adaptativa.
La inmunidad adaptativa solo se encuentra en vertebrados y, como su nombre indica, se basa en la adaptación a patógenos específicos a los cuales el organismo ha sido expuesto, implica la producción de anticuerpos dirigidos a patrones moleculares específicos a los que se denomina antígenos. Se compone de:
  1. Linfocitos (inmunidad celular): dependiendo del subtipo destruyen directamente a los microbios, activan fagocitos, producen citocinas, y producen anticuerpos.
  2. Anticuerpos (inmunidad humoral): asisten en la protección ante agentes extraños, gracias a su afinidad a antígenos.
En la práctica, tanto inmunidad innata como adaptativa entran en juego simultáneamente de forma sinérgica.
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