Insuficiencia renal aguda: prerrenal, intrínseca y postrenal.


­Insuficiencia renal aguda (IRA)

La insuficiencia renal se caracteriza por una disminución abrupta – en horas a menos de 7 días – de la velocidad de filtración. Consecuentemente encontramos acumulación de creatinina sérica, y del BUN sérico. En el 50% de los casos podemos observar una oliguria (diuresis <20 ml/h o <400ml/día).
Con la visión de un diagnóstico y tratamiento precoz, diferenciando riesgo, progresión, reversibilidad, entre otras cosas se utilizan la clasificación de IRA según AKIN, y estratificación funcional RIFLE. En la fase de lesión aguda aparecen biomarcadores a causa de lesiones subletales de células renales, que se pueden explicar por tóxicos o causas hemodinámica, lo que permite un tratamiento adecuado y precoz.

Estadio AKIN
Criterios de creatinina
Criterios de diuresis
Estadio 1
> 0,3 mg/dl o aumento al 150% del basal
<0,5 ml/kg y h por 6 horas.
Estadio 2
Aumento al 200-300%
<0,5 ml/kg y h por hrs.
Estadio 3
> 300% o > 4 mg/dl con aumento de 0,5 mg/dl agudo
<0,3 ml/kg y h por 24h o anuria durante 12h
Se clasifica con el criterio que implique el estadio más alto, sea de diuresis o creatinina.
En caso de desconocerse la creatinina pre-enfermedad se calcular con la fórmula MDRD.


Estadio RIFLE
Criterios de creatinina
Criterios de diuresis
Risk
>150% o disminución FG > 25%
<0,5 ml/kg y h por 6 horas.
Injury
>200% o disminución FG > 50%
<0,5 ml/kg y h por hrs.
Failure
>300% o > 4 mg/dl con aumento de 0,5 mg/dl agudo o disminución FG > 75%
<0,3 ml/kg y h por 24h o anuria durante 12h
Loss
Pérdida de función renal > 1 mes

End Stage
Pérdida de función renal > 3 meses

Los últimos dos necesitan métodos de depuración extrarrenal.












Clínica
Si predomina la oliguria o anuria tendremos signos de sobrehidratación (edema, IC, etc) y sus complicaciones (EPA, derrame pleural, taponamiento cardiaco, ascitis, anasarca, etc. La acumulación de compuestos nitrogenados generará síndrome urémico, falta de apetito, náuseas, vómitos, mioclonías, adinamia, somnoliencia y/o finalmente coma.
Dependiendo del nivel afectado en la IRA, la dividimos en: prerrenal, intrínseca o parenquimatosa, y postrenal.
Diagnóstico: idealmente luego del diagnóstico de IRA, se debe tener en mente si existe una IRC previa, si existe obstrucción, si existe reducción de volumen del líquido extracelular u otras causas de IRA prerrenal, si existe oclusión de un vaso grande, y finalmente decantarse por otras enfermedades parenquimatosas diferentes a NTA.
Exámenes complementarios: proteína en orina (rango no nefrótico), hemograma (eosinofilia 35%), sedimentación urinaria (cilíndricos leucocitarios, cilindros hemáticos, cristales, leucocituria estéril, microhematuria). Ante sospecha clínica ver complemento, ANCA, anti-GBM, entre otras cosas.


IRA prerrenal (70%)

Generado por una disminución en la perfusión renal, no afecta la indemnidad del parénquima renal por lo que es reversible, sin embargo, de no ser tratada a tiempo puede generar necrosis tubular aguda isquémica.
Si bien el riñón recibe el 20% del gasto cardiaco, el 90% de esto es tomado por la corteza, dejando sólo un 10% para la médula renal, lo que la hace susceptible a isquemia y posterior necrosis. Cuando ocurre una hipovolemia se activa el sistema simpático, renina-angiotensina-aldosterona, y vasopresina, con el fin de proteger los órganos nobles, a costa de vasoconstricción de otros territorios.
El riñón, a través de su autorregulación, puede mantener relativamente constante tanto la FG como el flujo renal, dentro de un rango de 80 a 150 mm Hg en la presión de perfusión renal. Respuestas a  disminución de la presión de perfusión generan vasodilatación en la arteriola aferente (prostaglandinas, reflejo miogénico y NO), y vasoconstricción en la eferente (Angiotensina II). Estos mecanismos fueron explicados mejormente en el apartado de fisiopatología del sistema renina angiotensina.
La capacidad de autorregulación disminuye considerablemente cuando las arteriolas aferentes se hacen más rígidas, esto ocurre con la vejez, en hipertensión arterial con nefroesclerosis, nefropatía diabética, ERC, enfermedad renovascular, entre otras. Es estos casos la ingesta de medicamentos como IECA, ARA II, Inhibidores de COX-2 o AINE pueden comprometer la perfusión al generar vasoconstricción en la arteriola aferente, llevando a una IRA prerrenal.

Causa general
Causa específica
Hipovolemia
Reducción: hemorragia, pérdida digestiva, renal o cutánea, drenajes quirúrgicos.
Redistribución: hipoalbuminemia grave, traumatismo, peritonitis, pancreatitis.
Bajo gasto cardiaco
Insuficiencia cardiaca, arritmias, IAM, TEP masiva, valvulopatías, hipertensión pulmonar, ventilación mecánica.
Vasodilatación periférica
Sepsis, fístulas arteriovenosas, anafilaxia, ascitis, fármacos antihipertensivos, anestesia.
Vasoconstricción renal
Adrenalina, noradrenalina, dopamina a dosis altas, cirrosis con ascitis, contrastes yodados, hipercalcemia.
Interferencia con autorregulación
AINE, inhibidores de la COX-2, IECA, ARA II.

Bioquímica urinaria: Nao < 20 meq/L. Osmolaridad urinaria >500 mosm/L. FENa < 1%. Densidad urinaria > 1020. Creatinina O/P > 40.



IRA intrínseca o parenquimatosa (25%)


Las lesiones agudas de los túbulos renales, que se divide en necrosis tubular aguda isquémica y tóxica, dan cuenta del 90% de las IRA intrínseca, sin embargo, otras causas son enfermedades de los grandes vasos del riñón, enfermedades glomerulares y de la microcirculación renal, y enfermedades tubulointersticiales aguda.
La necrosis tubular aguda isquémica es más frecuente que la tóxica, da cuenta de una hipoperfusión grave y/o prolongada que se suele asociar a factores agresivos preexistentes.Al reperfundir la función renal demora, en general un par de semanas, en recuperarse. La manifestación más extrema es la necrosis cortical, generalmente irreversible y cursa con anuria.

Fisiopatología
La fisiopatología se explica por la hipoxia que genera principalmente:

1. Lesión tubular: conlleva simultáneamente a apoptosis, necrosis y disrupción del citoesqueleto, pérdida de vellosidades y de polaridad. Naturalmente esto genera una menor reabsorción de sodio, por tanto aumento el sodio intratubular, lo que activa la mácula densa provocando vasocontricción.
2. Lesión microvascular endotelial: provoca alteraciones vasomotores, mayor respuesta a vasoconstricción y menor a vasodilatación. También provoca aumento de las moléculas de adhesión y disminución de la adhesión leucocito-endotelio, esto lleva por una parte a aumento de la coagulación, congestión y oclusión, y por otra a activación leucocitaria con infiltración a los túbulos, liberando mediadores de inflamación y coagulación.

Todo lo anterior finalmente acarrea una obstrucción tubular y una disminución del calibre vascular, y finalmente una disminución de la filtración glomerular.

Suele presentarse en pacientes con factores de riesgo sometidos a cirugía mayor, traumatismos, hipovolemia grave, sepsis (sensibilización renal por endotoxinas + hipoperfusión por vasoconstricción renal y vasodilatación periférica) y quemaduras. Algunos factores de riesgo son ERC,  DM, >65 años, uso de AINEs u otras sustancias nefrotóxicas.

Tanto toxinas endógenas como exógenas pueden generar necrosis tubular tóxica. Estas toxinas pueden generar vasoconstricción renal, lesión tubular directa, y obstrucción intratubular. Una subdivisión son el IRA por contrastes radiológicos, en este caso los factores de riesgo son ERC, DM, IC, ictericia, hipovolemia, y mieloma múltiple.

Al paciente con IRC que se someterá a radiografía con contraste se le debe hidratar, antes y después del examen, se le deben suspender fármacos nefrotóxicos, IECA, ARA II, furosemida, entre otros. Además se debe escoger el contraste de menor osmolaridad. Puesto que la excreción no es normal, se debe tener cuidado al rehidratar, podríamos generar un EPA.

Causa general
Causa específica
Necrosis tubular aguda
Isquemia renal mantenida (causas de la prerrenal). Nefrotoxinas endógenas: mioglobinuria, hemoglobinuria, cadenas ligeras de Ig, ácido úrico. Nefrotoxinas Exógenas: antibióticos, quimioterápicos, contrastes yodados, y fármacos.
Lesiones glomerulares y de la microcirculación
Inflamatorias: GN agudas y rápidamente progresivas, vasculitis de pequeños vasos, rechazo, injerto. 
Vasoespásticas: hipertensión maligna, toxemia gravídica, esclerodermia, contraste, hipercalcemia, cocaína, fármacos.
Hematológicas: microangiopatía trombótica, coagulación intravascular diseminada.
Lesiones tubulointersticiales
Nefritis intersticial alérgica, infección, rechazo agudo del injerto, obstrucción tubular difusa, infiltración (linfoma, leucemia, y sarcoidosis)
Lesiones de grandes vasos
Trombosis, tromboembolia, ateroembolia, disección, compresión.


Diagnóstico
El diagnóstico se hace sencillo gracias a la historia clínica, pero siempre se debe tener como diagnóstico diferencial la enfermedad ateroembólica.
Bioquímica urinaria: Nao > 40 meq/L, FENA > 1%, osmolaridad o <350 mosm/L, densidad urinaria < 1010, creat o/p < 20.


IRA postrenal (5%)

Se da por una obstrucción en el flujo de orina desde los cálices a la uretra. Para que se genere IRA debe existir obstrucción del flujo urinario de ambos riñones, puesto que un solo riñón funcionando es suficiente para eliminar los desechos nitrogenados, aunque si existe un ERC de base la obstrucción de un solo riñón también podría desencadenar IRA.
Al consolidarse la obstrucción la función glomerular funciona normalmente, lo que provoca un aumento de la presión intraluminal tubular, lo que genera una dilatación o hidronefrosis que afecta hasta los cálices, produciendo el cese de la FG.

Causa general
Causa específica
Lesiones ureterales
Cálculos, cáncer, compresión externa (fibrosis retroperitoneal, abscesos o neoplasias), coágulos, y
Cuello vesical
Vejiga neurógena, hipertrofia prostática, cálculos, coágulos.
Lesiones uretrales
Traumatismos, fimosis, estenosis valvular y congénita, tumor.


Tratamiento: restablecer perfusión renal restaurando el volumen con cristaloides (suero NaCL 0,9%), o con transfusión en caso de hemorragia. Fármacos vasoactivos pueden ayudar aumentar la hipotensión. Corticoides en caso de reacción alérgica o enfermedad autoinmune. Diálisis en caso de: Urea>200, cr>10mg/dl, hiperkalemia con oliguria, uremia sintomática (pericarditis, hemorragia digestiva, encefalopatía, acidosis metabólica).


Bibliografía:
Farreras, R. (2012). Medicina interna XVII edición. Barcelona: Elsevier.

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