Síndrome nefrótico: etiología, fisiopatología, clínica y tratamiento.

Síndrome nefrótico

La glomeruloesclerosis secundaria a nefropatía diabética es la causa más común de síndrome nefrótico en el adulto.

Se refiere a una condición en que una proteinuria excesiva conlleva a la pérdida de albumina, condicionándose una hipoalbuminemia (<30 g / L), con presentaciones que suelen englobar: edema, hiperlipemia, lipidura. Se considera rango nefrótico a cualquier proteinuria mayor a 3,5 g/24h en adultos, pues esta es capaz de generar el síndrome nefrótico.

El síndrome nefrótico que cursa con anomalías histológicas no específicas se suele denominar síndrome nefrótico idiopático y engloba nefropatía de cambios mínimos, la glomerulosclerosis focal y la glomerulonefritis proliferativa mesangial.

Etiología:



Glomeruonefritis primaria
Nefropatía de cambios mínimos – Glomeruloesclerosis - Nefropatía membranosa - Glomerulonefritis mesangiocapilar - Nefropatía mesangial IgA
Enfermedades glomerulares
secundarias
Enfermedades sistémicas:
Lupus eritematoso sistémico - F
Síndrome de Goodpasture
Enfermedad mixta del tejido conectivo
Vasculitis sistémicas
Sarcoidosis Artritis reumatoide

Enfermedades metabólicas y heredofamiliares         
Diabetes mellitus - F
Amiloidosis - F
Síndrome nefrótico congénito
Hipotiroidismo
Déficit de a1-antitripsina

Enfermedades infecciosas
Bacterianas (GN postestreptocócicas, endocarditis infecciosa, tuberculosis, sífilis, pielonefritis crónica)
Víricas (VHB, HIV, CMV, hérpes zóster)

Fármacos (mercurio - F, heroína, AINE - F, litio, captopril – F)

Neoplasias, obesidad, necrosis papilar, preeclampsia, nefroangioesclerosis.
-F: los más frecuentes


La mayoría de las enfermedades glomerulares pueden llegar a cursar con este síndrome, es el principal síndrome por el que se realizan biopsias renales. La causa más frecuente de síndrome nefrótico en el adulto es la nefropatía diabética, por otra parte, la causa más frecuente al contar solo las glomerulonefritis primarias en adultos es la nefropatía membranosa, mientras que en niños es la nefropatía de cambios mínimos.


Fisiopatología
La barrera de filtración glomerular se constituye de células endoteliales glomerulares fenestradas, membrana basal glomerular (MBG) con proteoglicanos-heparansulfato, y pedícelos de los podocitos. Esta constituye el bloqueo principal al paso de proteínas y moléculas de gran tamaño. Diversas proteínas como nefrina, podocina, y otras citoesqueléticas, forman la estructura de los poros. Todos los componentes de la membrana pueden ser afectados por distintas noxas, condicionando la presencia de proteinuria.

El síndrome nefrótico puede producirse por una pérdida de electronegatividad en la MBG o un aumento de los poros. La nefropatía de cambios mínimos es el caso tipo de pérdida de electronegatividad, condicionando una proteinuria altamente selectiva con pérdida de proteínas negativas como la albumina, y retención de otras de mayor peso como las IgG. Cuando la alteración implica una mayor alteración en la barrera de filtración observaremos una proteinuria menos selectiva. Este último caso es el que más se da en el síndrome nefrótico.

La eliminación de albumina puede conllevar a una hipoalbuminemia, aunque el mecanismo de por el cual esto sucede no está esclarecido, ya que el hígado puede sintetizar aproximadamente 25 gramos de albumina por día, es decir, debería compensar con creces una pérdida mayor al rango nefrótico. A modo de explicación se piensa que la albumina filtrada podría sufrir inmediatamente catalización, por lo que la detección en orina es solo una fracción de su pérdida total.

Al detectar el hígado el descenso plasmático de albumina, responderá con una síntesis proteica total, las proteínas de mayor peso molecular que no son secretadas por el riñón verán un aumento en su concentración plasmática, algunas de estas son: IgA, IgM, IgE (por aumento de globulina), y fibrinógeno. Por otro lado las moléculas de bajo peso molecular como IgG, factores del complemento, y plasminógeno tendrán una síntesis exagerada, sin embargo, serán eliminadas por la orina por lo que su concentración plasmática estará disminuida.  El aumento de los factores procoagulantes, la pérdida de antitrombina III por filtración, y el daño endotelial predispone a un estado de hipercoagulabilidad.


Existen dos mecanismos por los cuales se produce edema:
  1. Por hipoalbuminemia: la disminución de proteína plasmática condiciona  disminución de la presión oncótica que conlleva a la extravasación de líquido, lo que produce hipovolemia y contribuye al edema. Además la hipovolemia será sensada por células yutaxglomerulares activando el SRAA, provocando retención de agua y sodio.
  2. Por expansión de volumen: se piensa que el infiltrado inflamatorio leucocitario en el intersticio renal provocaría liberación de sustancias en las cuales se encontraría angiotensina II que en definitiva disminuirían el coeficiente de filtración glomerular y retención de sodio, aumentando la volemia, la presión hidrostática, y la extravasación de líquidos.
La síntesis proteica del hígado también afecta a las lipoproteínas, generándose primeramente un aumento de LDL, al avanzar la enfermedad la enzima lipoproteinalipasa disminuye su actividad, existiendo también un aumento de VLDL e IDL (intermediate density lipoprotein). Todo esto conlleva a una hiperlipemia. Además, dado el aumento de la permeabilidad glomerular, existirá lipiduria.

Clínica: edema, proteinuria, dislipidemia, lipiduria, anasarca, compromiso del crecimiento de la uña con bandas horizontales blanquecinas que van de extremo a extremo (signo de Muehrcke)       , alteración factores del complemento, disminución de cinc, transferrina, eritropoyetina, entre otras.

Complicaciones: la peritonitis, meningitis, celulitis, e infecciones en general. Insuficiencia renal aguda a causa de hipovolemia, y enfermedades cardiovasculares.

Exámenes: hemograma (VSH elevada en 2/3 de pacientes incluso sin compromiso sistémico), proteína C reactiva, proteinuria de 24h, glucosa, creatinina, urea, electrolitos plasmáticos, proteínas totales, colesterol, triglicéridos, MDRD, pruebas serológicas específicas.

Diagnóstico: conocer la etiología de la enfermedad es muy importante, por lo que se debe indagar sobre antecedentes de enfermedades infecciosas, sistémicas, o de fármacos consumidos.  Si ni la anamnesis, ni la exploración física, ni las pruebas de base dan luces de la etiología, se debe proceder a la imagenología, pruebas serológicas específicas, y biopsia.


Tratamiento general: restricción de sodio, dieta normoproteica, reposo en decúbito supino, diuréticos, estatinas, etc.
Previous
Next Post »