Espirometría simple y forzada: volúmenes y patrones.

Espirometría simple y forzada
La espirometría es un conjunto de pruebas que registran los volúmenes y flujos respiratorios gracias a un espirómetro. Es una prueba básica, simple, y de bajo costo que nos entrega información muy importante sobre la función pulmonar, y de la existencia de patrones patológicos si existen. Estas son las características por las cuales su uso es tan común, sobretodo en la atención primaria.
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Mujer sosteniendo un espirómetro

Existen dos formas de espirometría denominadas espirometría simple y espirometría forzada. Ambas serán explicadas a continuación:
Espirometría simple: consiste en que el paciente respire por la boca normalmente, para luego hacer una inspiración máxima y espiración máxima pasiva. Gracias a esta prueba obtenemos los siguientes datos:
  1. Volumen corriente (VC): volumen de aire que fluye en una inspiración y espiración normal.
  2. Volumen de reserva inspiratoria (VRI): volumen máximo que se puede inspirar teniendo al volumen corriente como base.
  3. Volumen de reserva espiratoria (VRE): volumen máximo que se puede espirar teniendo al volumen corriente como base.
  4. Capacidad vital: La suma entre VC + VRI + VRE.

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Espirometría forzada: tiene la mayor relevancia clínica. Consiste en la realización de una inspiración máxima para luego hacer una espiración con máximo esfuerzo y rapidez, preferiblemente se debe realizar con el paciente sentado y con pinzas nasales. Los valores obtenidos se cotejan con referencias obtenidas de poblaciones sanas no fumadoras. Por la naturaleza de la maniobra se hace imperioso una cooperación y comprensión adecuadas. Los resultados nos entregan:
  1. Capacidad vital forzada (CVF): corresponde al volumen desplazado con la espiración forzada luego de una inspiración máxima.
  2. Volumen espirado en el primer segundo (VEF1): corresponde al volumen desplazado luego de un segundo en la espiración máxima.
  3. Relación VEF1/CVF: usualmente debe variar entre el 70 y 80% de la CVF espirada.
  4. FEF 25-75: se utiliza para evaluar las vías de bajo calibre, y se calcula como la pendiente de la curva entre el 25 y 75% de la CVF.
Estos valores espirométricos nos permiten detectar patrones obstructivos y restrictivos.

Patrones obstructivos: cuando hablamos de patrones obstructivos nos referimos a aumento de la resistencia al flujo aéreo. Entonces esperamos encontrar una VEF1 disminuida, por lo que la razón VEF1/CVF cae del 0.7. Sin embargo, la gravedad del patrón obstructivo, especialmente en EPOC, se determina por la disminución de la VEF1 con respecto a la referencia.
Clasificación espirométrica de la limitación del flujo aéreo basada en el valor de la VEF1 post-broncodilatador, con un coeficiente de FEV1/FVC siempre < 0,7
Estadio
FEV1 post broncodilatador
En riesgo (GOLD-0)
Factores de riesgo y sintomatología
Leve (GOLD-1)
≥ 80%
Moderada (GOLD-2)
> 50% - < 80%
Grave (GOLD-3)
> 30% - < 50%
Muy grave (GOLD-4)
< 30%
ó <50% con sintomatología crónica severa


Patrones restrictivos: en este caso se dificulta la expansión pulmonar, por lo que si bien tanto VEF1 como CVF suelen estar alterados, es el CVF el más afectado, por lo que además la relación VEF1/CVF puede aumentar.

Prueba broncodilatadora: consiste en repetir la espirometría luego de 15 minutos de haber administrado un broncodilatador de acción rápida, generalmente salbutamol. Si hay una mejora en la FEV1 mayor al 12% o 200ml, se considera que la prueba es positiva, y que el cuadro obstructivo es reversible, generalmente hace el diagnóstico de hiperreactividad bronquial.

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